Curling

El curling consiste en arrojar cinco piedras e intentar que queden lo más cerca de la diana. Se caracteriza por la deportividad entre los equipos y porque no requiere una condición física específica

En este deporte se enfrentan, sobre una pista helada, dos equipos de cuatro jugadores cada uno, cuyo objetivo es lanzar una piedra de unos 20 kg. hacia una diana situada al final de la pista. Las piedras del mismo equipo que se encuentren más cerca del centro de la diana son las que darán puntos. Si la piedra que sigue es de un rival, el equipo ganador no tendrá más puntuación.

El curling nació en el siglo XVI en Escocia, donde se practicaba sobre los pantanos helados. Será en el siglo XVII cuando se les dote de una empuñadura para facilitar el lanzamiento de las piedras, que las conseguían en los ríos. Se incorporó como disciplina olímpica en los Juegos de Nagano de 1998. En España no fue hasta 1999 cuando se formó el primer club, en Igualada.

Para practicar este deporte no es obligatorio tener equipación, pero sí es adecuado vestir ropa ancha y elástica para facilitar los movimientos. En los campeonatos sí debe existir una homogeneidad entre los miembros. Las piedras tienen en una de sus caras un área cóncava llamada copa y en la otra una empuñadura. El cepillo se utiliza para derretir las gotas de agua que se echan sobre el hielo y suele estar hecho de pelo de cerdo o caballo o bien de material sintético. Por último, hay que destacar las plantillas que se utilizan, llamadas Slider y que, colocadas bajo una de las zapatillas, permite deslizarse sobre el hielo.

El curling tiene una característica que no tiene ningún deporte de nieve y es su deportividad. Hay una norma que lo demuestra y es que el equipo ganador invita al perdedor a una consumición. Los árbitros apenas tienen trabajo ya que son los participantes los suelen solucionar los conflictos.

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